Antes de definir qué es el sexting, es importante señalar cómo la revolución tecnológica ha tenido a los adolescentes como asistentes en primera fila. Pero no son simples espectadores; más allá de mirar cómo evoluciona la tecnología, esta se ha convertido en una parte fundamental en sus vidas.
Motivado a esto, su visión del mundo y la manera de relacionarse con él, con las figuras de autoridad y con sus padres, ha cambiado radicalmente. La brecha generacional resultado del acelerado desarrollo tecnológico es cada vez mayor, y los adolescentes asumen comportamientos antes reservados a los adultos.
La conducta implícita o explícitamente sexual de los jóvenes a través de las redes sociales y otros medios se ha convertido en algo cotidiano. Extensos círculos de amistades y poco sentido de la privacidad han provocado flagelos sociales y morales como el sexting.
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¿Qué es el sexting?
Para explicar qué es el sexting, es conveniente empezar por el término, una combinación de las palabras inglesas sex y texting (sexo y mensajes de texto). La acción consiste en enviar y recibir todo tipo de contenido sexual o erótico a través de las redes sociales; puede tratarse de imágenes, audios o videos.
Esta difusión se hace con o sin la autorización de los involucrados, teniendo efectos altamente perjudiciales para estas personas. Es un preocupante fenómeno social que se ha extendido entre adolescentes de estatus medio-alto en todo el mundo, asociado a mecanismos de acoso entre menores.
Lo que inició como envío de SMS sexuales ha devenido en un creciente intercambio de contenido pornográfico a través de canales como celulares y computadoras.
El preocupante detalle radica en que, tanto los participantes en los materiales difundidos como quienes los envían y reciben no son adultos, sino adolescentes.
Es importante resaltar que esta práctica es realizada, en principio, por quienes aparecen en las fotos o vídeos. Ya sea para flirtear, llamar la atención o aceptar desafíos, muchos jóvenes crean estos contenidos «subidos de tono»; una vez en la nube, son difundidos y viralizados por otros.
Tipos de sexting o sexteo
Sexting activo | Sexting pasivo |
El adolescente envía publicaciones de contenido erótico o pornográfico a través de celular, Internet y redes sociales. | El adolescente recibe publicaciones de contenido erótico o pornográfico a través de celular, Internet y redes sociales. |
Sexting consensual | Sexting no consensual |
Difusión del material multimedia sexual con el conocimiento y aprobación del propietario o afectado. | Difusión del material multimedia sexual sin el conocimiento o aprobación del propietario o afectado. |
4 elementos esenciales del sexting
El sexting, para ser considerado como tal, incluye los siguientes elementos:
- Voluntariedad inicial. Generalmente estos contenidos son creados y enviados por sus protagonistas a conocidos, con la intención de coquetear o complacer a la pareja. Así que, en principio, es el propietario quien da inicio al proceso de difusión.
- Uso de dispositivos tecnológicos. Para que exista el sexting, es indispensable el uso de dispositivos tecnológicos, como teléfonos móviles o computadoras. Estos son de uso personal ubicados en la habitación, lo que ofrece la privacidad suficiente para grabar y compartir estos contenidos.
- Preeminencia de lo sexual ante lo sugerente. El contexto para el sexting implica necesariamente situaciones eróticas o sexuales. Las imágenes sugerentes no son suficientes, y cada contenido puede ser más sexual que el anterior.
- Importancia de la edad. Esta práctica no se da sólo entre adolescentes, los adultos también suelen compartir este tipo de contenidos. Sin embargo, su ocurrencia entre menores de edad puede tener implicaciones psicosociales y legales no aplicables en mayores de edad.
Factores que lo fomentan
Según investigadores de la UNAM, el impulso de compartir publicaciones sexuales parte de la necesidad de aceptación de los adolescentes en relación con sus compañeros. A su criterio, es una conducta basada en la lucha de los jóvenes por obtener reconocimiento y encajar socialmente en su grupo.
Existen, además, otros factores que fomentan esta conducta, entre los cuales están:
- Acceso ilimitado, sin control parental, a teléfonos móviles o computadoras con Internet.
- Necesidad de liberar energía sexual reprimida y satisfacer fantasías eróticas sin el riesgo de embarazo o enfermedades de transmisión sexual.
- La actitud relajada o muy conservadora de los padres ante la sexualidad de sus hijos adolescentes.
- La exposición constante a un entorno mediático hipersexualizado, con el bombardeo de publicidad, películas, música y todo tipo de contenidos implícita o explícitamente sexualizados.
Por qué es un riesgo para los adolescentes
Hay muchas razones por las que el sexting es un riesgo para los adolescentes, pero las más graves son:
● Pérdida de privacidad
Al subir estos contenidos a las redes, es inevitable perder el control de su difusión. Es inevitable señalar que en Internet no hay privacidad total. Estas publicaciones, aunque se envíen por privado, pueden terminar en manos de otras personas.
Puede que el receptor original la comparta con alguien más, se pierda el teléfono o se deje la red social abierta, y este riesgo es muy real.
● Efectos psicológicos
Las secuelas derivadas de la viralización de contenidos privados puede tener efectos a largo plazo en la psiquis de quien sufre este tipo de situaciones.
La exposición pública, el señalamiento, la burla y diferentes tipos de acoso pueden causar depresión, aislamiento social, ansiedad u otros problemas psicológicos.
● Riesgos físicos
Este tipo de publicaciones suelen ser monitoreadas por agresores como pedófilos para escoger a sus víctimas. Con frecuencia, los adolescentes tienen poca consciencia de los riesgos y no protegen su ubicación, haciéndola pública.
Por ello, es fácil ubicarlos en sus hogares, centros de estudios y otros lugares que acostumbran frecuentar y agredirlos físicamente.
● Ciberbullying
Imágenes y grabaciones sexuales viralizadas pueden convertirse en medios de burla y humillación pública hacia el menor participante en ellos.
El ciberbullying varía en su duración y es difícil de controlar; esto se debe a que el uso de las redes sociales y dispositivos tecnológicos hace muy difícil evadir su alcance. Este es tan solo uno de los peligros en las redes sociales.
El sexting puede dar pie al grooming o al stalking (Tipos de Ciberacoso)
El ciberacoso o ciberbullying se puede presentar de diferentes maneras, entre las cuales vale destacar dos de mucha gravedad especialmente para menores de edad. Se trata del grooming y el stalking, que son tipificados, incluso, como delitos por la legislación de muchos países.
El sexting puede ser el primer paso para ser víctima del grooming, una práctica de acoso sexual de un adulto hacia un menor de edad. Es una situación muy peligrosa, ya que se trata de depredadores con muchas estrategias para ganarse la confianza de los jóvenes a través de las redes.
El fin último es la gratificación sexual del acosador. Un adolescente cuyas publicaciones sexuales se han hecho públicas puede ser fácilmente víctima de este tipo de acoso, lo cual pone en peligro su seguridad.
El grooming puede incluir sextorsión; si el contenido subido por el menor llega al extorsionador antes de hacerse público, este puede obligarlo a cumplir sus exigencias, a cambio de no difundirlo.
Otra situación asociada al sexteo es el stalking. Stalkear a alguien es acecharlo a través de las redes. Si un acechador encuentra a un menor que hace sexting, puede perseguirlo aun contra su voluntad a través de sus redes.
Consigue hacerlo por mensajes, llamadas, videollamadas, mensajes de WhatsApp, en fin, es una práctica enfermiza y muy riesgosa para el menor.
Implicaciones legales del sexting
Ser difusor o receptor de contenido sexual o pornografía infantil tiene implicaciones jurídicas tanto si es mayor o menor de edad. Legalmente, existen riesgos que pueden vincular a quien reenvía o recibe imágenes o videos explícitamente sexuales de menores de edad, con el tráfico de pornografía.
Aunque esto se dificulta cuando los infractores son menores de edad, si la víctima es menor de edad y el infractor es un adulto, la ley es mucho más clara y precisa.
En España, el código penal aún no contempla expresamente el sexting. Pero trabaja con delitos de grooming y ciberbullying, que aplica especialmente a adultos.
En otros países europeos, sin embargo, se ha imputado a menores de edad con sustento en leyes contra la pornografía infantil.
Consejos para prevenir acoso
Evitar completamente la exposición del adolescente a situaciones en las que puedan ser objeto de acoso, es una expectativa poco realista. En una sociedad que da pie a conductas abusivas, algunos valores se vuelven difusos.
En este contexto, lo más factible es prevenir, minimizar riesgos y estimular el desarrollo crítico del menor para un comportamiento responsable:
- Hacerles entender la importancia de la privacidad. Es preciso que los jóvenes comprendan los riesgos que implican no cuidar la privacidad. Al internalizar las consecuencias a corto y largo plazo de este tipo de prácticas, percibirán lo que pueden perder en sus vidas.
- No promover el sexting. Evitar ser partícipe en la normalización de este tipo de prácticas. Restarle importancia a sus efectos negativos en la vida de los jóvenes fomenta su proliferación.
Los jóvenes deben ser conscientes de los riesgos, y es responsabilidad de los adultos hacerles valorar si vale la pena incurrir en estas conductas.
- Fortalecer la autoestima en los jóvenes. Una autoestima sólida contribuye a mejorar las habilidades sociales entre los adolescentes. Esto les permitirá decir no cuando lo requiera, establecer relaciones desde la igualdad, defender su criterio y evitar ceder ante la presión del grupo.
- Aprender a configurar sus equipos. Conocer sus dispositivos tecnológicos y aprender a configurarlos adecuadamente, es un paso importante en la protección de su privacidad. El uso de contraseñas en sus redes personales ayuda a mantener la noción de seguridad.
- Proporcionar un entorno de confianza. Para que un menor de edad se atreva a pedir ayuda cuando lo necesite, debe existir confianza y un excelente nivel de comunicación en el hogar. Esto puede evitar muchos problemas a futuro.
- Analizar la madurez del menor. Antes de dar ciertas libertades y privilegios a un menor de edad, es recomendable valorar su grado de madurez y responsabilidad.
La autonomía para manejar dispositivos de comunicación y tener acceso a Internet debe provenir de su capacidad para tomar decisiones adecuadas en los momentos críticos.
El rol de los padres, docentes y figuras de autoridad
Es preciso insistir en la prevención, la cual empieza por hacer comprender a los menores la importancia de su privacidad. Es fundamental inculcarles el valor de proteger su intimidad ante otros, aunque exista confianza.
El menor tiene que conocer los riesgos que conllevan la exposición pública. Como padres debe enfatizarse en la necesidad imperiosa de preservar su privacidad.
Asimismo, la confianza del menor hacia sus padres y docentes debe ser alimentada constantemente. Ante cualquier duda, el adolescente debe poder contar con los adultos de su entorno para resolverla; si no encuentra eso, recurrirá a sus compañeros…o a otras personas.
Aunado a esto, para prevenir el sexting y las situaciones de acoso, está el ejercicio firme de la autoridad paterna. Es decir, no es recomendable que un menor de edad pague las facturas de sus dispositivos ni de Internet.
¿Por qué? Porque esto le da una peligrosa sensación de autonomía que les impedirá a los padres ejercer el control adecuado de estos equipos y su uso.
Finalmente, pero no menos importante, está el amor. El adolescente que es amado y respetado, al que se le dedica tiempo de calidad; y a quien se estimulan sus potencialidades y talentos en el hogar, no requiere aprobación externa.
Con esta fórmula se pueden evitar muchos problemas que pongan en riesgo la integridad física y psicológica de los adolescentes. Entre ellos el flagelo del sexting o sexteo.
Recursos adicionales
https://www.fundacionunam.org.mx/sexting-cuidado-con-tu-intimidad/