El ruido en clase siempre ha sido un tema controversial. Las ideas educativas más tradicionales defienden un papel del alumnado mucho más pasivo y callado. La gran parte del diálogo en el aula recae sobre el docente, mientras que las nuevas metodología y corrientes educativas apuestan por un papel del alumno mucho más activo y participativo, trabajando en muchas ocasiones de forma grupal.
En este punto nos encontramos en la actualidad. Por un lado, existen muchos docentes que tienen unas ideas más tradicionales y prefieren que el ruido en clase sea mínimo. Mientras que otros maestros, cuyas ideas educativas son un poco más modernas, piensan que el ruido en clase es necesario, ya que el aprendizaje demanda de la cooperación y la comunicación entre el alumnado.
A esto le debemos sumar todos aquellos maestros que prefieren un ambiente mucho más participativo en el aula, caracterizado por el trabajo cooperativo, diálogo y debate continuo entre los estudiantes. Pero por miedo a que algunos compañeros se quejen del ruido, o puedan ser criticados por el resto del equipo docente, tachándoles de permisivos y de no ser respetados por sus alumnos, optan por dar las clases de una forma mucho más tradicional. Sea como sea, el ruido en clase siempre ha sido un tema muy debatido en el que siempre encontramos a unas personas que defienden el silencio en el aula, mientras que otras entienden que el ruido es algo inherente de la práctica educativa.
En lo personal, soy de los que piensan que para que se produzca el aprendizaje es necesario que existan relaciones entre el alumnado. Pero para ello no podemos sacar de la ecuación el ruido que se deriva en clase, aunque sí podemos controlarlo para que las condiciones de aprendizaje sean óptimas. A continuación, expondremos algunas técnicas y medidas para intentar controlar el ruido que se pueda derivar de las diferentes actividades en clase.
Aquí encontrarás
Técnica de roles
En primer lugar, vamos a hacer referencia al rol del controlador. En aquellas actividades en las que se trabaja en grupo es necesario y muy recomendable asignar a cada uno de los integrantes del grupo un rol. Como por ejemplo: el redactor, el dibujante, portavoz, etc., sin olvidar un rol muy importante para esta problemática, es decir, el controlador de sonido. Estos roles pueden ir rotando a lo largo de las diferentes actividades, con el objetivo de que todos sean capaces de ponerse en el papel del resto de compañeros. El rol del controlador tiene como tarea principal mantener un nivel adecuado de ruido en el aula. Para ello, deberá ser consciente en todo momento de su entorno, intentando moderar a sus compañeros cuando el ruido sea excesivamente alto y puede llegar a interferir en el aprendizaje.
Técnica Red and Green
Otra técnica que podemos utilizar para controlar los niveles de ruido en clase es la que yo denomino “Red and Green”. Esta técnica consiste en proyectar en la pizarra digital un fondo verde o un fondo rojo según el nivel de ruido en el aula. Cuando el ambiente es idóneo para el aprendizaje se muestra continuamente la pantalla verde, mientras que cuando el ruido sea excesivo, se pasará a la pantalla roja. El objetivo es proporcionar al alumnado y al controlador de sonido un estímulo visual que les ayude a desempeñar mejor la tarea. Para esta técnica demandaremos un proyector para proyectar las diferentes pantallas.
Su elaboración es bien sencilla, basta con crear una presentación (por ejemplo un PowerPoint) y poner una diapositiva de color verde y otra roja, mientras que nosotros con el mando del proyector o con el teclado del ordenador podemos ir pasando e intercambiando entre una y otra. Desde HSEducación sabemos que la situación económica de cada centro escolar puede ser muy variadas, por lo que en algunos colegios podrán gozar de estos proyectores, mientras que para otros es una tarea imposible. Para intentar hacer esta técnica un poco más universal, cuando no tengamos estos recursos en el aula, podemos emplear cualquier tipo de cartulina de un tamaño considerable. Pegándolas una sobre la otra y mostrando al alumnado una cara u otra según el nivel de ruido en clase. También podríamos usar alguna pala o raqueta de juguete en la que pegaremos pegatinas o algún papel de color para mostrar un lado u otro de la raqueta, comunicando así a nuestros estudiantes la situación sonora del aula. Te dejamos un ejemplo para que lo puedas descargar y utilizar en tu aula.
Técnica del semáforo
Existen medidas mucho más sofisticada como es el caso de los semáforos que se vende en diferentes jugueterías y tiendas educativas, en las que a través de un micrófono sensible el semáforo registra el nivel de ruido en el aula y muestra una luz verde/naranja/roja según la situación. Aunque esta medida es mucho más motivadora para el docente y capta mucho mejor la atención de nuestros estudiantes, lo cierto es que este tipo de dispositivos no suelen ser baratos.
Aplicaciones para controlar el ruido en el aula
Gracias a las nuevas tecnologías tenemos la oportunidad de contar con infinidad de aplicaciones para mejorar el desempeño en clase. Existen diferentes aplicaciones para controlar el nivel de ruido, pero nosotros nos centraremos en las siguientes.
GamificaSound: Esta herramienta se pude usar tanto a nivel de escritorio como a nivel de explorador, puesto que nos da la oportunidad de descargarla para Windows o instalarla en nuestro navegador web. Además de medir el nivel de ruido en tiempo real, nos da la oportunidad de acceder a estadísticas, por lo que puede ser usado como reto o medio gamificado para nuestro alumnado. Si quieres conocer más acerca de la gamificación, te animo a leer este artículo.
Zero Noise Classroom: Se trata de una extensión para Google Chrome creada por el colegio Montpellier. Cumple la función de un termómetro de ruido en el que podemos observar de forma muy visual la situación sonora del aula.
Too Noisy: Esta opción es de pago, aunque es una aplicación un poco más elaborada que las anteriores. Está disponible para iOS y Android, por lo que es una buena opción para instalarla en tabletas o móviles.
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Muitos parabéns pela qualidade da informção.