Uno de los grandes retos que se deben enfrentar a la hora de trabajar con niños con autismo, es sin duda la comunicación. Ellos cuentan con un conjunto de códigos particular que en ocasiones hace muy difícil para los padres y maestros poder entender lo que desean y enseñar lo que ellos necesitan.
La paciencia y la dedicación son fundamentales en este caso. Existen pautas que pueden ayudar a que el proceso sea mucho más fácil y que no solo exista comunicación del niño hacia los adultos, sino también hacia otros de su edad. La cuestión es crear un vínculo de respeto y de apoyo para que el pequeño se pueda sentir cómodo.
Aquí encontrarás
¿En qué consiste el autismo?
El autismo o trastorno de espectro autista (TEA) se refiere a un trastorno generalizado del desarrollo (TGD) del ser humano. Tiene origen neurológico y afecta a una importante cantidad de funciones psíquicas.
Algunos de los aspectos que ayudan a determinar que un niño puede ser autista, son:
- Falta de interacción social. Suele ser asociable, no comparte ni disfruta estar con otros niños.
- La comunicación verbal e incluso la no verbal es limitada. Aunque son capaces de hacerlo, en muchas ocasiones prefieren no establecer contacto. El silencio para ellos suele ser un bien muy preciado.
- Habitualmente tienen una imaginación muy activa.
- Tienden a tener actitudes o comportamientos muy determinados: son personas de costumbres rígidas, no les gustan los cambios de rutina y por eso suelen ser calificados como obsesivos.
Sin embargo, no todos los casos son iguales. Es importante reconocer que cada niño tiene una personalidad diferente y que existe una gran variedad en cuanto a capacidades y competencias. Algunos tipos de TEA pueden incluso manifestarse como una escasa deficiencia intelectual, o incluso un coeficiente intelectual medio o superior a la media. Este tipo de autismo se conoce como Síndrome de Asperger.
Al menos el 1% de los niños en Europa pueden sufrir de TEA de acuerdo a un estudio que realizó en el año 2015 la Asociación Europea de Autismo (Autism Europe). Por ese motivo, se han realizado cierta cantidad de análisis y pruebas para determinar cuáles son las pautas más fáciles para trabajar con ellos dentro del aula y fuera de ella.
Se sabe que no es una tarea sencilla. Aunque son niños muy inteligentes y con una capacidad de aprendizaje muy alta, su manera de aprender es totalmente distinta. Por eso, lo mejor es realizar diversas actividades para hacerles más atractiva cada experiencia.
Necesidades educativas
Por el hecho de que existen grandes diferencias en las pautas de aprendizaje de un niño con autismo, sus necesidades para entender consignas educativas son totalmente distintas al resto de los niños. Es por eso que se deben llevar a cabo estrategias pedagógicas que respondan a su particular manera de aprender.
Aunque para muchos educadores no sea fácil, los especialistas consideran que lo mejor para un niño con TEA es que se desarrolle en un aula ordinaria, donde podrá interactuar y reconocer a otros niños.
Sus necesidades serán diferentes y con un equipo docente que tenga el conocimiento preciso y en un ambiente de respeto, paciencia y consideración, el proceso de aprendizaje puede hacerse mucho más satisfactorio para ellos.
Lo ideal es reforzar las siguientes áreas en las que posiblemente se encuentre mayor dificultad o resistencia:
Interacción Social. Por ser personas que suelen aislarse de su entorno y ser considerados poco sociables, lo ideal es que se realicen actividades en las cuales, de manera pausada y sin excederse en su espacio, puedan tener contacto social e incluso afectivo con sus compañeritos.
Alteraciones de conducta y cognitivas. En el primer caso, se debe entender que ellos suelen tener una manera muy rígida de hacer las cosas y no muestran interés por el resto de las personas, por lo que el cambio en algunas áreas los afectará.
En el aspecto cognitivo, los niños autistas suelen tener una memoria más desarrollada que el resto, incluso sus capacidades de aprendizaje pueden ser más avanzadas.
Falta de comunicación. Es importante trabajar en esta área. Solo así la interacción con el resto de sus compañeros será efectiva. Se deben llevar a cabo, de manera paulatina, acciones que lo ayuden a expresarse de manera verbal y no verbal.
Es necesario que, como eje principal de este proceso, se les ayude a potenciar sus conocimientos y a entender para enfrentar la realidad.
Lo ideal es realizar una adaptación en el currículo de aprendizaje, en el que se apliquen metodologías especiales y por supuesto, que las actividades vayan dirigidas al niño con TEA.
Pautas y recomendaciones para potenciar su desarrollo
Después de haber reconocido cuáles son las necesidades más resaltantes que se deben cubrir en materia de educación de un niño con TEA, llega el momento de establecer la mejor manera de poder potenciar ese desarrollo de habilidades.
En este punto, lo mejor es aplicar las siguientes recomendaciones:
- Desarrollar el autocontrol y la adecuación al entorno en el cual se desarrolla.
- Resaltar la importancia de la autonomía de independencia que ellos pueden tener.
- Fomentar su habilidad para la socialización, el desarrollo, la comprensión y seguimientos de las normas sociales, así como de los convencionalismos.
- Se debe incrementar el desarrollo de metodologías para una mejor comunicación de manera espontánea y generalizada.
- Implementar estrategias que le permitan ampliar su proceso cognitivo y desarrollar así pensamientos abstractos a la vez que consiga una mayor atención a lo que sucede a su alrededor.
Para alcanzar todas estas recomendaciones y trabajar con niños con autismo es necesario que se realicen cambios y adaptaciones al programa educativo de modo que vaya acorde con las necesidades especiales de un niño con TEA. Para eso se debe:
- Reconocer el grado y el tipo de autismo que tiene el niño. Así como saber cuáles son sus capacidades y potencialidades.
- Ir realizando cambios de acuerdo a los avances que pueda tener.
- Conocer su entorno familiar y social.
Después todo lo anterior, solo es posible con la implementación de metodologías de aprendizaje que puedan ser adaptables de acuerdo al ritmo del niño e ir descubriendo con el paso de los días cómo es su desarrollo dentro y fuera del aula. Para eso, es importante que la comunicación entre padres y docentes sea constante.
Acciones a evitar en presencia de niños con autismo
Dentro o fuera del aula los niños con TEA son muy sensibles a ciertas situaciones e incluso palabras. Debe existir una manera de trabajar con ellos que en la medida de lo posible se adapte a sus necesidades. Pero también hay ciertas pautas de conducta por parte del docente que se deben respetar:
Evitar hacer preguntas con opciones
Las preguntas e instrucciones deben ser sencillas. Para ellos las opciones deben ser claras, no se le puede dar a escoger si la opción negativa no es permitida. Las oraciones claras le dan al niño la información que necesita para cumplir con lo que debe hacer.
No criticar
Un factor altamente negativo para cualquier pequeño son los comentarios llenos de críticas y en el caso de los niños con TEA, pueden ser incluso más traumáticos. La crítica solo logra disminuir su amor propio y confianza.
No reprochar
Una cosa es recomendar acciones y otra es recalcar lo que ha hecho mal. En estos casos, es mejor dar normas consistentes y positivas. Las reprimendas y regaños no tienen sentido para ellos.
Nunca amenazar
Si en líneas generales una amenaza no da como resultado una reacción positiva en niño alguno, en uno con autismo, mucho menos. Para ellos esta acción negativa significa un accionar agresivo y chocante.
Algunas actividades para trabajar con niños con autismo en el aula
Trabajar con un niño autista implica hacer actividades que vayan más enfocadas a la organización y estructuración de los hechos. Es por eso que deben ser muy funcionales, con instrucciones claras y sencillas.
Aquellas actividades que impliquen dibujos, fotos, colores o carteles, serán las que mejor ellos puedan seguir. La utilización de los materiales didácticos debe orientarse a permitir que ellos puedan descubrir por sí mismos lo que van a realizar. Cada una de las acciones debe estar dirigida a la motivación y al refuerzo del aprendizaje.
Algunos de los juegos o actividades que a ellos les puede interesar son las que les proponen actos repetitivos, pero es importante que se destaque el trabajo en equipo, en el cual ellos empiecen a sentirse parte de un grupo de compañeros.
Lo ideal es que puedan hacer puzzles, pictogramas, dibujar con ceras de colores, realizar construcciones con piezas de encastre tipo Lego. Las actividades con plastilina son también un buen ejemplo. Un material que usamos también mucho, son los pictogramas. En Amazon tienen un estuche de pictos bastante buenos. Puedes encontrarlo aquí.
Si se quiere ir más allá, los juegos de mesa con reglas estructuradas, como las damas o incluso el ajedrez, son otras de las actividades que se les puede proponer.